Te dejo aquí algunas entradas a mi blog, donde te comparto reflexiones, ideas y también artículos recientes, fruto de mi trabajo de investigación.
"La escritura es la pintura de la voz" - Voltaire *
Hoy te quiero compartir algunos pasos que te pueden resultar de utilidad a la hora de iniciarte en la escritura de un artículo académico.
Es cierto, no todo escrito tiene las mismas exigencias. De hecho, algunas revistas cuentan con espacios diferenciados para artículos y columnas de opinión u otro tipo de aportes, siendo los primeros un poco más exigentes en cuanto a su contenido y estructura.
Entonces, si nos enfocamos en los artículos, hay algunas cuestiones básicas que son importantes y que te comparto aquí como un primer acercamiento al tema. La primera cuestión a señalar es que un artículo académico no se identifica con una columna de opinión. Por cierto que siempre tendremos una opinión sobre el tema que abordamos en nuestro escrito, pero no se trata de limitarnos a expresar nuestra opinión porque el artículo se inserta dentro de la actividad académica y normalmente refleja el resultado de una investigación.
Esto no significa que esté mal escribir a veces un artículo de opinión, sea como columna o blog post, pero es necesario diferenciar dicho registro del registro de un artículo de investigación. Tampoco significa que las columnas de opinión puedan ser escritas inopinadamente, sin cita de fuentes o fundamentos en respaldo.
Entonces, para pensar en el registro adecuado para un artículo, creo que sirve pensarlo como una pieza dentro de un diálogo. Si partimos de esta idea, entonces podemos decir que un artículo académico plantea un problema y luego una hipótesis de solución que somete a discusión de la comunidad académica a través de la pieza escrita. En dicho recorrido argumental, el artículo dejará expuestas las razones que sustentan dicho enlace.
Ahora bien, comenzar con el planteo de un problema puede no ser sencillo porque no siempre se nos ha enseñado cómo identificarlo en nuestra formación de grado. Para hacerlo, debemos señalar un aspecto del derecho o de su práctica que plantea interrogantes, dificultades teóricas, interpretativas o vinculadas a la aplicación del derecho.
Debemos, además, proponer respuestas que, conforme la metodología jurídica empleada, resulten aceptables por la comunidad académica. La metodología podrá ser teórica o también incluir pruebas empíricas, pero cualquiera sea la elección, debe haber algún tipo de verificación de las afirmaciones vertidas. De lo contrario, estaríamos en el ámbito de la mera opinión (doxa).
Para la redacción de un artículo, contar con nociones de argumentación jurídica puede resultar muy útil toda vez que permiten estructurar el razonamiento y exponerlo con mayor claridad.
Reuniendo todo lo anterior, y a modo de introducción en el tema, te comparto debajo algunos pasos que pueden orientar el trabajo cuando queremos adentrarnos en el mundo de la escritura académica. Al final, encontrarás, además, una guía visual que podrás imprimir y tener a mano, como una hoja de ruta que oriente tu trabajo.
Antes que nada debemos pensar en términos de un "problema"
Como antes te decía, tenemos que comenzar identificando un problema al que intentaremos dar respuesta con nuestra investigación. Un problema puede consistir en un aspecto no regulado por el ordenamiento jurídico de manera expresa, en una contradicción entre la solución del sistema y los valores que lo rigen, en una derogación implícita que acarrea disfunciones en el ordenamiento o en algún tipo de inconstitucionalidad que no ha sido advertida, entre otros supuestos posibles.
Luego, debemos determinar la metodología que emplearemos en la investigación
¿Nos basaremos en el derecho positivo, en el derecho comparado, haremos una investigación de lege ferenda, que procure la modificación del ordenamiento? ¿Haremos un relevo de jurisprudencia? ¿Haremos una investigación empírica, estadística, histórica?
Conversar, discutir y delinear bien la idea
De nada sirve aislarnos en la investigación, en nuestro "laboratorio" de libros. Es útil compartir nuestra idea para ponerla a prueba y también para encontrar sus puntos débiles.
Solo después de haber investigado podemos trazar un esquema de escritura y comenzar a redactar el artículo
Para esto, debemos recordar que el artículo es un argumento en el que justificamos las razones por las cuales hemos podido demostrar que nuestra tesis (solución al problema) es correcta o válida conforme los parámetros que hayamos tomado en cuenta. Estos pueden ser el sistema normativo vigente, sus valores u otros.
Por último, y no menos importante, debemos ajustarnos a las formalidades de la publicación
Las citas y sus formalidades son importantes porque son la manera de sustentar cada una de tus razones. Además, estas aportan homogeneidad a la publicación, por eso conviene revisar antes las condiciones de la publicación y sus números anteriores.
*Fuente: We are content (blog)
La foto es de Lukas Blazek para Unsplash
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