Te dejo aquí algunas entradas a mi blog, donde te comparto reflexiones, ideas y también artículos recientes, fruto de mi trabajo de investigación.
¿Quién no conoce la temible ansiedad de ver una larga lista de pendientes y no saber por dónde arrancar?
O a veces, siquiera tenemos la lista porque estamos sumamente abrumados en nuestra cabeza y tratamos de evadir esa imaginada "pila de tareas".
Lo sé porque lo he vivido. Y es cierto que a veces, solemos asumir más compromisos que los que realmente somos capaces de abordar y esto nos abruma. Pero permanecer en este estado no es saludable porque acrecienta nuestro stress emocional al sentir que vamos siempre atrás de nuestros compromisos.
Cada vez que estoy en una situación así, trato de ponerme firme y sacarme lo antes posible los pendientes de menor envergadura y que tienen un tiempo más breve de realización. Igualmente, hay proyectos más largos y tareas que no se terminan en una tarde a los que también me tendré que dedicar luego, pero sentir que he "limpiado" la escena me libera.
Para poder optimizar nuestro trabajo, hoy te quiero compartir una técnica que resulta muy interesante para el manejo del tiempo. La idea detrás de esta es lograr foco y productividad, pero con eficiencia, es decir, que también es importante dentro de ella, el tiempo de descanso como espacio de recuperación.
La técnica Pomodoro (tomate en italiano, en referencia al timer de cocina con dicha forma) fue desarrollada por Francesco Cirillo a fines de la década de 1980 y es un método de administración del tiempo que se basa en la premisa de dividir el trabajo en intervalos cortos y cronometrados, llamados "pomodoros". Cada pomodoro suele tener una duración de 25 minutos, seguido de un breve descanso. Después de completar cuatro pomodoros, se toma un descanso más largo de aproximadamente 15 minutos.
Entre los beneficios de la técnica encontramos los siguientes:
1. Maximiza la concentración: La técnica Pomodoro fomenta la concentración intensa durante esos períodos de 25 minutos. En ese lapso, no vale siquiera revisar el móvil, por lo cual es recomendable silenciarlo o apagar las notificaciones.
2. Ayuda con el manejo del tiempo: La división del trabajo en intervalos cortos y manejables nos permite conocer cuánto tiempo real lleva una tarea. A veces, las tareas son más sencillas de lo que creemos y nos vemos abrumados por múltiples tareas que pululan en nuestra cabeza, pero si nos sentáramos dos horas con foco real, quizás terminaríamos todas las tareas de una lista y esto es algo maravilloso porque redunda también en cierta paz interior.
3. Ayuda a reducir el agotamiento mental: El cerebro humano está diseñado para funcionar en ciclos de enfoque y descanso. La técnica Pomodoro respeta estos ciclos, lo que ayuda a evitar el agotamiento mental y aumenta la eficiencia a lo largo del día.
4. Incrementa la productividad: Al mantenerse comprometidos en bloques cortos de tiempo, podemos sentir una mayor sensación de logro al completar múltiples pomodoros en un día. Esta sensación de progreso puede aumentar la motivación y, en última instancia, la productividad general.
¿Te dan ganas de implementar la técnica Pomodoro?
Aquí te dejo una infografía con los pasos que debes seguir para aplicarla a tu trabajo.
Además, he preparado una guía de descarga gratuita donde te cuento esto con más detalle y también mis adecuaciones.
¿Conocías esta técnica? ¿La aplicaste alguna vez? Me gustaría escucharte.
Puedes descargar la guía aquí.
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